- El 27 de enero se conmemora el Día Internacional del Holocausto, acordado por Naciones Unidas para rendir homenaje a todas las personas que murieron en los campos de concentración, conmemorar los hechos, cuidar de los lugares históricos para guardar la memoria y promover la educación, documentación y la investigación.
- Cerca de diez mil españoles pasaron por el campo de Mauthausen, entre ellos, al menos veintiún motrileños, tres de Salobreña, tres jóvenes de Almuñécar y uno de Calahonda fueron confinados en este campo. Diecisiete perdieron sus vidas, al igual que más de 4.400 españoles, entre ellos 177 granadinos.
- En la Costa de Granada, en Motril y Almuñécar no hay ningún elemento, placa o memorial que recuerde a sus vecinos que perdieron sus vidas en los campos de concentración nazi, que reconozca su valor, su contribución y entrega en defensa de la democracia y de la libertad. En Salobreña, desde fechas recientes una placa a la entrada de la casa consistorial recuerda sus nombres y las circunstancias de sus terribles muertes.
La Asamblea General de la ONU decidió en 2005 declarar este día teniendo en cuenta que fue el 27 de enero de 1945 cuando las tropas soviéticas liberaron el campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau. Seis millones de hombres, mujeres y niños judíos perecieron en el Holocausto. Un horror que no solo afectó a los países donde se cometieron crímenes nazis sino también en otros muchos lugares del mundo, donde muchas personas también perdieron la vida.
Setenta y cinco años después, en España sigue costando mucho encontrar en pueblos y ciudades recuerdos y homenajes explícitos a los miles de compatriotas, combatientes y civiles republicanos de todas las regiones de España, que salieron hacia Francia en masa a finales de enero de 1939, provocando un éxodo sin precedentes que todo el mundo conocería como ”la Retirada”.
Refugiados que fueron confinados en más de una veintena de campos por todo el suroeste francés, de los Pirineos orientales a los Pirineos atlánticos, para salir, después, miles de ellos, durante los cuatro años de guerra mundial, para batirse en todos los frentes donde lucharon las tropas francesas y aliadas, en Francia, Noruega, Gabón, Libia, Egipto, Siria, el Líbano, Túnez o Alemania.
En Europa, son tratados como héroes, tienen calles, se les rinde homenajes, pero en su tierra se les sepulta en el olvido, señalan desde la Asociación 14 de Abril, que lleva años promoviendo un homenaje a los motrileños muertos en Mauthausen.
En Motril, a pesar de un acuerdo plenario del Ayuntamiento en 2006 para levantar un sencillo monumento en su recuerdo y homenaje, nada se ha hecho.
La complacencia con la dictadura franquista, que colaboró activamente con el régimen colaboracionista de Petain y con los nazis, directamente, el desprecio hacia los vencidos republicanos y, en alguna medida, la desidia de los responsables municipales, han sido los principales motivos por los que en catorce años no se haya llevado a cabo el proyecto que pretendía recuperar la dignidad de las víctimas motrileñas del genocidio nazi , según señalan desde la Asociación
Fueron pocos los que lograron salir con vida del infierno de los campos de concentración nazi, como los motrileños José y Antonio Costán Guerrero, que después de ser confinados en campos de internamiento en el sur de Francia lograron escapar y enrolarse en la Resistencia. Otros, como José Muñoz Fernández, nacido el 15 de agosto de 1920 en Motril, murió en un enfrentamiento con soldados alemanes el 19 de agosto de 1944 en la localidad francesa de Ille sur Tet cuando luchaba con otros combatientes por su liberación de la ocupación nazi.
La Asociación 14 de Abril se propone seguir luchando para que los motrileños que combatieron al fascismo y dejaron su vida por la noble causa de la libertad reciban su merecido homenaje y reconocimiento en su tierra para ser recordados y honrados por sus vecinos y vecinas.
Para ello, se va a dirigir a todos los grupos políticos con representación en la Corporación para reclamarles responsabilidad en el cumplimiento de los acuerdos adoptados en su momento y respeto y consideración hacia sus vecinos que fueron víctimas del genocidio nazi para que, de una vez por todas, pueda recuperarse la memoria de su compromiso y de su entrega.