Asociaciones memorialistas, organizaciones políticas y sindicales reúnen a más de cien personas en la calle Crucero Baleares al considerar que esa denominación, además de una exaltación al régimen franquista, es un acto de enorme crueldad que mantiene vivo el recuerdo del horror infligido por ese navío franquista, que afectó a vecinos y vecinas de Motril y de otras localidades de la Costa granadina.
Los manifestantes han exigido la retirada de más de doce denominaciones de calles, edificios públicos y otros elementos simbólicos de enaltecimiento de la dictadura franquista, por ser contrarios a la Ley y a la dignidad de las víctimas del golpe militar y de la dictadura franquista.
En el manifiesto leído durante la concentración se ha recordado que el día 8 de febrero de 1937, el crucero Baleares bombardeó Salobreña, Motril y la desembocadura del río Guadalfeo continuando hacia Torrox (Málaga) atacando toda la costa hasta las 12 del mediodía, utilizando 208 proyectiles de 100 milímetros a una distancia comprendida entre los 600 y 800 metros de la costa, disparando sobre camiones y peatones.
Ese mismo día, hace 85 años, Motril también fue atacado por la aviación italiana con 24 bombas de 10 Kg.
Se desconoce, a día de hoy, el número y la identidad de las víctimas. Miles, según los testigos. Pero sí se sabe que fueron cientos los heridos atendidos en los hospitales de sangre.
Según las organizaciones convocantes, la existencia de una placa denominando una calle de Motril con el nombre del crucero no es solo una exaltación del régimen fascista que sumió a las clases populares de nuestro país en la pobreza, la represión y la muerte, sino que constituye una apología de la cultura de la violencia frente a la paz y el rechazo de la violencia, la crueldad, la dictadura y su exaltación.
Los participantes en la concentración han exigido al Ayuntamiento de Motril la eliminación de la denominación de esa calle y del resto de la simbología que sigue enalteciendo a la dictadura franquista en la ciudad, desde el callejero al mausoleo en honor a los caídos del cementerio y otros elementos contrarios a la memoria democrática. Y, por supuesto, la retirada de la medalla de oro al dictador, a la que la Corporación se ha negado en fechas recientes..